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¿Adict@ al sexo?

Vivir una sexualidad responsable, libre y satisfactoria es un estado al que muchos aspiran, estando o no en pareja, sin embargo, cuando el deseo sexual se vuelve desenfrenado e irrefrenable,  puede convertirse en un problema.

La virtud del saludable término medio, si se pierde, puede desembocar en una adicción. 

La adicción al sexo está catalogado como un trastorno mental del que se desprenden numerosos problemas cotidianos. 

¿Cómo identificar los signos de que padeces este tipo de problema?

La respuesta sexual depende de cada individuo y de su pareja, y limitar el número de encuentros sexuales y catalogar a la personas en base a su respuesta sexual, es una forma inexacta de medir el comportamiento en la cama y si existe algún transtorno.

Son otros factores que interfieren en la vida cotidiana, como cualquier tipo de adicción, los que definen el diagnóstico. Y ahora sí, estos son sus indicios.

Signos de adicción al sexo

La palabra adicción comporta una fuerte relación con el objeto adictivo, conductas irracionales para conseguirlo y síntomas de abstinencia cuando no se tiene. En el caso del sexo, este es un condicionante importante para detectarlo. La adicción va ligada de la masturbación y de la obsesión por la pornografía.

Estamos hablando de un problema real que provoca, síndrome de abstinencia (clínicamente comprobado).

Para estas personas se trata de una conducta constante, que se intensifica hasta tal punto que el deseo sexual controla todos los aspectos de sus vidas.

Otros signos a tener en cuenta son:

  • Comportamiento irrefrenable, repetitivo, con culpa y sensación de vacío una vez que se ha conseguido bajar la tensión sexual
  • Fantasías constantes y recurrentes
  • Masturbación recurrente y compulsiva 
  • Insatisfacción permanente aunque se tengan relaciones sexuales satisfactorias
  • Dependencia de la conducta adictiva

Los adictos al sexo refieren no poder controlar el impulso que los lleva a tener sexo en forma urgente, lo que les lleva a paralizar cualquier otra obligación o tarea para entregarse a este impulso. Esto los hace dependientes de esa conducta.

  • Cambios de humor repentinos: Tras la sensación de gratificación sexual, la persona puede exteriorizar cambios de humor repentinos por la sensación inmediatamente posterior de insatisfacción, desesperación o ansiedad.
  • Exigencias sexuales a sus parejas sin consensuar: A veces las personas que están con otra adicta al sexo, pueden resultar con su autoestima dañada y sentirse culpables por no poder satisfacer las demandas de sus parejas. Esto puede conducir a que el adicto pierda el interés por su pareja por estar inmerso en sus fantasías sexuales.
  • Problemas para tener relaciones serias: Muchos adictos al sexo tienen problemas para establecer o mantener relaciones sentimentales saludables.
  • Síndrome de abstinencia: Del mismo modo que en el resto de adicciones, puede experimentar síndrome de abstinencia a nivel psicológico al encontrarse sin el objeto adictivo.